jueves, 15 de mayo de 2014

Un gran libro llamado: Prico


Dios está escribiendo mi historia. 

Puedo imaginarlo escribiendo la historia de mi vida. Lo puedo ver en una sala con una vista hermosa, tal vez un precioso atardecer se asoma por la ventana, ¿lo ves?, caminando de un lado a otro pensando en Su nueva hazaña para mi vida.

Tiene lentes, no por que tenga problemas de la vista, si no por que nos hace ver mas intelecuales. ¡Lo puedo ver! ¿Lo ves conmigo? En la sala tiene un asiento cómodo, como esos reclinables y al lado una mesa con un café, ¿lo puedes oler? está caliente, tiene canela, whipped cream y leche... ¡Un capuccino!. Tiene una hermosa y contagiosa música de fondo, instrumental, que lo inspira a escribir.

Él respira, toma café, piensa y escribe... mientras escribe, yo vivo.

Escribe en un libro amarillo. Es grande y está descuidado, ¡that's my fault!, tiene muchos borrones, ¡that's my fault too! y Su letra es grande, hermosa y dorada. Tiene cuidado de cada palabra que escribe, de cada sueño depositado en mi corazón, escoge delicadamente los personajes que aparecerán en éste gran libro llamado Prico. 

Mientras Él escribe, yo vivo. 

Puedo escuchar Su voz en cada paso que doy, en cada situación puedo ver Su firma, mi vida está firmada con Su nombre, mi historia tiene autor. Muchas veces quiero ignorar Su voz y Su historia, decido hacer mi propio guión, sabiendo muy en el fondo que al final el Autor es quien sostiene el lápiz. Su lápiz es muy peculiar, lo que escribe cobra vida en mi vida, tiene poder y más razón que yo.

Puedo verlo como a veces decide que yo continúe mi historia, no tengo tanto arte para escribir como Él pero hago el intento y siempre llego a perder el hilo. Las hojas se maltratan cuando yo escribo, se tornan color gris y se deteriora fácilmente y ahí es cuando decido soltar el lápiz, "¡Reconozco que eres el Autor de este libro!" , eso siempre le grito con desesperación y Él, con amor y paciencia, vuelve a Su café, Su lápiz, a ese atardecer, a Su asiento reclinable y continúa escribiendo con una gran sonrisa en su rostro ese gran libro llamado Prico.


1 comentario: